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Mastercard Niega su Rol en la Eliminación de Juegos NSFW; Valve Cita las Políticas de la Red como Causa Principal


En medio de la creciente controversia sobre la eliminación y ocultación de juegos NSFW (No Seguros para el Trabajo) en las plataformas de PC Steam e Itch.io, el gigante de las tarjetas de crédito Mastercard ha emitido un comunicado negando su implicación. Sin embargo, Valve, la operadora de Steam, ha respondido afirmando que fue presionada por procesadores de pago que citaron específicamente los términos de servicio de Mastercard, creando un conflicto directo entre las declaraciones de ambas compañías.

 

Mastercard Niega Oficialmente su Implicación y Afirma que «No Ha Solicitado Ninguna Restricción»

Tras una serie de medidas por parte de Valve e Itch.io para restringir los juegos para adultos, en las que ambas plataformas aludieron a «presiones de las compañías de tarjetas de crédito», Mastercard emitió un comunicado oficial para aclarar su postura.

«Contrariamente a los informes y acusaciones de los medios, Mastercard no ha evaluado ningún juego ni ha solicitado restricciones de ninguna actividad en los sitios y plataformas de los creadores de juegos», afirmó la compañía. «Nuestra red de pagos sigue estándares basados en el estado de derecho. En pocas palabras, permitimos todas las compras lícitas en nuestra red». Esta declaración niega una participación directa en la reciente agitación y complica aún más la cuestión de quién está ejerciendo la «presión» a la que plataformas como Valve han hecho referencia.

 

Valve Responde Alegando que las Políticas de Mastercard Fueron «Citadas Específicamente»

En respuesta al comunicado de Mastercard, Valve ofreció una perspectiva diferente en un comentario para el medio PC Gamer.

Según un representante de Valve, «Mastercard no se comunicó directamente con Valve, a pesar de nuestra solicitud para hacerlo». Las interacciones se manejaron a través de procesadores de pago. En dichas comunicaciones, los procesadores rechazaron la postura de Valve y «citaron específicamente la Regla 5.12.7 de Mastercard y el riesgo para la marca Mastercard».

El argumento de Valve es que, si bien puede no haber habido una orden directa de Mastercard, las propias reglas de la compañía fueron utilizadas como un instrumento de presión por los procesadores de pago, funcionando como una forma de coacción indirecta sobre la plataforma.

 

La Compleja Estructura de los Sistemas de Pago: La Raíz de la Discrepancia

El choque en las declaraciones de ambas empresas tiene su origen en la compleja arquitectura del sistema de pagos moderno. Mastercard no se define a sí misma como un emisor de tarjetas o un adquirente de comercios, sino como una empresa que proporciona «la tecnología y la red que impulsan las transacciones». Dado que no procesa directamente las transacciones individuales, su afirmación de no «solicitar restricciones» es, desde su perspectiva, precisa.

Sin embargo, la regla en cuestión, la «Regla 5.12.7» de Mastercard, prohíbe las transacciones que sean «ilegales o que, a la sola discreción de Mastercard, puedan dañar la buena voluntad de la compañía o afectar negativamente a la marca». Esto incluye contenido considerado «manifiestamente ofensivo y que carece de un valor artístico serio», una definición con una interpretación potencialmente amplia y subjetiva.

Las instituciones financieras (adquirentes) que emiten tarjetas y gestionan las cuentas de los comercios se enfrentan a importantes sanciones económicas si infringen las normas de Mastercard. Para mitigar este riesgo, los adquirentes y los procesadores de pago (como Stripe) a menudo adoptan de forma preventiva políticas de contenido más estrictas. Esta «presión indirecta» es la que finalmente llega a plataformas como Valve, constituyendo el núcleo del problema actual.

 

La Libertad de Expresión y el Futuro de las Plataformas

Se cree que la reciente ola de eliminaciones fue desencadenada en parte por las acciones de lobby del grupo australiano contra la pornografía «Collective Shout», que dirigió sus esfuerzos hacia las compañías de tarjetas de crédito.

Esta situación ha puesto de manifiesto cómo las redes de pago, que funcionan como una infraestructura social esencial, pueden ostentar en la práctica el poder de vida o muerte sobre el contenido digital. El hecho de que un contenido distribuido legalmente pueda ser expulsado del mercado basándose en un estándar vago de «riesgo para la reputación» es un motivo de gran preocupación para los creadores de juegos, las plataformas y los consumidores. Se espera que el debate en torno a la libertad de expresión y el poder discrecional de las plataformas de pago se intensifique en los próximos meses.

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